Inteligencia Financiera, cuatro áreas importantes.

La palabra Inteligencia proviene del latin intelligentia que se deriva de inteligere. Es una palabra compuesta por dos terminos: intus y legere que significan “entre” y “escoger”. El origen etimológico del concepto de inteligencia hace referencia al saber elegir las mejores alternativas que una persona tiene para resolver problemas. Un individuo es inteligente cuando cuenta con la capacidad para resolver problemas de un manera eficiente escogiendo la mejor opción entre diferentes posibilidades.

Todos necesitamos desarrollar la inteligencia económica ya que cuando nos hacemos responsables de nuestros gastos tenemos que generar ingresos o recursos suficientes que permitan satisfacer nuestras necesidades personales.

La inteligencia económica es la habilidad y conocimiento que permite a las personas aprender a generar recursos para vivir como desean. Les enseña a comprender el mundo productivo, cómo aplicar sus habilidades personales y explotarlas para producir ganancias.

Cuando somos pequeños nuestros padres nos dicen ve a la escuela para que aprendas muchas cosas y te sirvan para tu futuro. Ellos se preocupan por mandarnos a las mejores escuelas, obtener una educación de calidad, para poder tener un lugar en la sociedad. Siempre nos dicen saca buenas notas, pero lo que no saben es que no es el sacar buenas notas lo que nos hace inteligentes sino la comprensión de los diversos temas que aprendemos en la escuela es lo más importante para la aplicación y uso futuro.

Para los que quieren llegar a ser empresarios lo más importante es desarrollar la inteligencia financiera.

La inteligencia financiera: Es la habilidad que tiene una persona para generar dinero apartir del que ya tiene, aprender cómo administrarlo y hacer que exista una abundancia económica. Consiste en una combinación de aptitudes personales con la capacidad de desarrollar hábitos financieros para generar cada vez más y más dinero. Existen 4 áreas que son muy importantes para el desarrollo de ésta:

1. Contabilidad: Es una ciencia y técnica que aporta información de utilidad para el proceso de toma de decisiones económicas. Esta disciplina estudia el patrimonio y presenta los resultados a través de estados contables o financieros. Dicho en otras palabras es el alfabetismo financiero, es el poder entender los números y que te estan diciendo en ellos. Esto te permite leer y entender estados financieros, para identificar los puntos fuertes y vulnerables de cada negocio. En la empresa implica el control de todas sus operaciones diarias: compra, venta, gastos, inversiones. El contador debe registrar, analizar, clasificar y resumir dichas operaciones en un estado o balance.
   
   
2. Inversiones: Su origen etimológico es inversio, que se conforma por la suma de tres partes: el prefijo in– “hacia dentro”, el vocablo versus que es sinónimo de “dado la vuelta” y finalmente el sufijo –ion que es equivalente a “acción”.
   La inversión es la colocación de capital para obtener una ganancia futura, es hacer dinero con dinero. 
   Existen dos tipos de inversión financiera, bruta y neta. La inversión bruta es la inversión total, aquella parte del producto que repone e incrementa el Stock de capital existente. La inversión neta es la inversión total menos la depreciación o capital gastado en la producción.
   
   
3. La comprensión de los mercados: Para saber cual es una buena inversión se necesita el comprender los distintos mercados y como se comportan, como sacar provecho de algunas subidas y bajadas del mercado en los diferentes países. Es saber manejar la oferta y la demanda, conocer que el mercado se maneja en base a emociones que los individuos tienen por adquirir y vender productos o servicios.
   
   
4. La ley: Esta es una parte clave en la inteligencia financiera, ya que mientras más entiendas las ventajas fiscales y la protección de las coorporaciones, será más fácil y más rapido para ti generar un flujo de efectivo que te favorezca.